
INGREDIENTESUna lámina de masa de hojaldre
Morcilla de cebolla
Piñones
Semillas de sésamo
Huevo batido con un chorrito de leche para pincelar y dar brillo
Precalentar el horno a 180 grados.
Desenrollar el hojaldre. Con ayuda de una regla dividir la masa en tres partes horizontales y cada tira a su vez en cuadrados.
Quitar la tripa a la morcilla y freírla en una sartén sin nada de aceite. Cuando esté a punto añadir los piñones y mezclar. Dejar entibiar.
Poner la mezcla de morcilla y piñones sobre los cuadraditos de hojaldre. Poner la cantidad suficiente para poder cerrar el hojaldre y hacer unos pequeños saquitos.
Doblar cada esquina de los cuadraditos de hojaldre al centro y colocar un palillo de dientes en el centro sujetando todas las esquinas y no se nos abra en el horno al hincharse.
Pincelar con un huevo batido y un chorrito de leche para abrillantar. Sazonar con semillas de sésamo.
Utilizar el papel que trae la masa de hojaldre y colocar los saquitos encima. Introducir en el horno temperatura 180º-190ºC, unos 20-25 minutos o hasta que veamos que están doraditos.



