miércoles, 20 de junio de 2012

PAVLOVA CON MOUSSE DE FRESA, SEGUNDA RECETA DEL DESAFÍO

Cuando Mabel, del blog A nadie amarga un dulce, con su gracia habitual, comentó el día 1 de junio que el desafío sería una Tarta Pavlova, me quedé a cuadros….tengo que reconocer que tuve que recurrir enseguida a “papá Google” porque nunca había oído hablar de este postre. Cuando vi que llevaba una base de merengue pensé, doble desafío, porque no me gusta nada, nada, nada el merengue…

Ha sido una bonita experiencia, las otras cocineras del desafío (en este segundo reto ya somos 15 blogs), tampoco tenían mucha idea de cómo hacerlo y nos hemos ido mandando nuestras ideas, avances, fracasos y ayudas sobre cómo realizarla. No se puede discutir que es una maravilla de tarta, me enamoré cuando hice el merengue y lo saqué horneado, luego la mousse y la decoración… es una auténtica preciosidad para la vista…. Pero en mi caso ha sido un amor platónico, me sigue sin gustar el merengue… En mi casa a ninguno les gusta, por eso no podía ponerle únicamente nata montada y fruta… le añadí chocolate, una mousse de fresa con mascarpone y fresas naturales…. El conjunto buenísimo pero te tiene que gustar el merengue…. Eso sí, mi cuñada que es un forofa se la levó a su casa contentísima… je,je…

La tarta Pavlova lleva ese nombre en honor de la bailarina de ballet rusa Anna Pavlova. El origen de la tarta es discutido, tanto Australia como Nueva Zelanda se disputan la autoría. Lo único que se sabe es que la hicieron cuando Anna Pavlova visitaba ambos países en una gira.

La tarta consta de un crujiente y suave merengue seco horneado, una capa de nata montada o crema y fruta fresca. Puedes hacer una tarta grande o tartitas individuales. Es una tarta perfecta para cualquier ocasión.






INGREDIENTES
Base de merengue (para una base de 22 cm)
3 claras de huevo XL (140gr) a temperatura ambiente
125 gr de azúcar blanquilla
125 gr de azúcar glass
Una puntita de crémor tártaro o unas gotas de zumo de limón
Un pellizco de sal
Una cucharadita de maicena
3 gotitas de vinagre de vino blanco

Capa de mousse de fresas
500 gr de fresas
200 gr de queso mascarpone
400 gr de nata para montar (35% de matería grasa)
100 a 150 gr de azúcar (según gustos)
5 hojas de gelatina (10gr)

Pintar el merengue
75 gr de chocolate fondant

Fruta para decorar
250 gr de fresas


En un papel vegetal o de horno, dibujar con un lápiz un círculo de 22 cm de diámetro. Yo coloqué un plato boca abajo y me sirvió de guía. Dar la vuelta al papel para que las líneas de grafito no queden en contacto con nuestro merengue. Cubrir con este papel una bandeja de horno y reservar.








Base de merengue
Poner las claras de huevo en un bol hondo con una puntita de sal. Montar las claras a punto de nieve, (yo lo hice con la batidora de varillas de toda la vida). Cuando estén montadas añadir el crémor tártaro o el zumo de limón e ir añadiendo gradualmente cucharada a cucharada el azúcar blanquilla. Batir, batir…. Hasta conseguir un merengue brillante y que haga picos.






Añadir el azúcar glass poco a poco sobre las claras montadas y seguir batiendo hasta acabar con toda el azúcar glass y mantener el merengue bien montado batiendo. Por último añadir la maicena y las gotitas de vinagre de vino blanco. Batir todo un poco más para que todos los ingredientes se integren. El merengue tiene que queda super brillante y con mucho cuerpo…. Así conseguiremos una base perfecta para la tarta.

Colocar el merengue en una manga pastelera o una bolsa con boquilla algo ancha y lisa.




Con el merengue en la manga rellenar en espiral el círculo dibujado en el papel, desde el borde hasta el centro. No hace falta alisarlo. Una vez formado la base hacer los laterales, decorando los bordes en círculo, con varios cordones de merengue.





Meter en el horno precalentado a 100º y dejar cocer la base del merengue a la misma temperatura durante una hora y media.






Una vez seco el merengue, apagar el horno, y dejar enfriar completamente la base de merengue dentro del horno con la puerta entreabierta.
Podemos hacer la base el día anterior para poderla rellenar una vez que esté totalmente fría.






Capa de mousse de fresas
Hidratar la gelatina en agua fría.

Triturar los 500 gr de fresas en la batidora, colar la mezcla para que esté más fina. Ponerla en un cazo y calentarla sin que llegue a hervir. Apartar del fuego e ir añadiendo una a una las hojas de gelatina. Mezclar completamente la gelatina con las fresas, nos podemos ayudar de la batidora o de unas varillas. Reservar y dejar enfriar.

Mezclar el queso mascarpone, la nata y el azúcar. Montar con las varillas eléctricas.

La mezcla de fresas deberá estar casi fría para poderla añadir a la mezcla de queso, nata y azúcar. Lo haremos con movimientos envolventes, ayudándonos de una espátula, desde fuera hacia dentro. Meter en la nevera hasta que la mousse esté cuajada.





Pintar el merengue
Deshacer el chocolate fondant en el microondas (con cuidado que no se queme). Dejar entibiar. Con una brocha de cocina pintar la base y los laterales del merengue. Con esta operación conseguimos impermeabilizar el merengue y que esté crujiente a la hora de añadir la mousse. Dejar enfriar el chocolate.







Terminación de la tarta
Rellenar el merengue que tenemos pintado con el chocolate, con nuestra mousse de fresas, poniéndolo a cucharadas grandes y sin presionar para que no pierda esponjosidad..

Decorar con las fresas enteras y guardar la tarta en la nevera hasta el momento de servir.

El chocolate queda duro con el frío junto con el merengue y la mousse queda un postre muy fino y rico, por supuesto siempre que te guste el merengue….



















FUENTE DE INSPIRACIÓN: Ana en la cocina


SECRETOS PARA UNA PAVLOVA PERFECTA
Es una tarta bastante fácil de realizar, la única dificultad estriba que hay que hacer un merengue muy firme, con cuerpo, este paso es importante si quieres que la base te quede con forma, un merengue con picos y que al dar la vuelta al bol no se caiga. Si no consigues ese punto, en el horno, el merengue se expande….. Este ha sido el punto de controversia entre nosotras, unas han puesto maicena, otras vinagre… otras nada…. Cuestión de gustos….., igual que la temperatura del horno…. En todas las recetas varían los grados pero todas tienen en común, que el merengue tiene que cocerse en el horno, más de una hora con una temperatura baja.

El resultado final tiene que ser un merengue que al hornear se resquebraje y quedarse por fuera crujiente y por dentro blandito y algo pegajosillo al paladar.
En un primer momento intenté hacer el merengue con la thermomix y al final, cuando añadí el azúcar glass se me bajaron las claras y en el horno la base se me expandió, se me salió del círculo…. La segunda vez lo hice con la batidora de varillas, de toda la vida, y conseguí el punto ideal.

Unos consejos para el merengue:
- Las claras tienen que estar a temperatura ambiente
- Las claras preferiblemente que no sean pasteurizadas
- Las claras no pueden tener ningún resto de yema en el bol
- El vaso o en el bol dónde vamos a montarlas no puede tener nada de grasa
- Cuando ya tengamos las claras a punto de nieve, añadir la maicena y el vinagre blanco de vino, he leído que así se consigue que el merengue quede crujiente por fuera pero blandito y algo pegajosillo por dentro.
- Hornear a baja temperatura y cuando acabe el tiempo, dejarlo enfriar dentro del horno apagado con la puerta entreabierta.


Espero que te haya gustado mi Pavlova, la verdad que nunca la hubiera hecho si no hubiera sido por el desafío y me ha parecido una tarta preciosa.



Si te apetece ver las recetas de las preciosidades de Pavlovas del resto de mis compañeras de desafíos visita el blog DESAFÍO EN LA COCINA


Nos vemos en el siguiente desafío, será el 20 de Julio, esta vez la desafiadora soy YO y ya estoy pensando qué receta poner.... ¿¿¿Qué será???..... Te doy una pista... será una receta salada.... hasta aquí puedo decir.... Si te quieres unir nada más fácil que enviar un email a una de las desafiadoras antes del día 1 de Julio, para que recibas el desafío.